Galicia cuenta en la actualidad con un pueblo dedicado a conservar y potenciar la olería. Se trata de Buño, localidad de Malpica de Bergantiños (A Coruña) en el que, con una tradición que comienza en el siglo XVI, trece oleiros y nueve tiendas todavía ahora siguen viviendo de las creaciones de arcilla. En otros lugares como Bonxe (Outeiro de Rei), Meder (Salvaterra do Miño), Niñodaguia (Xunqueira de Espadanedo) y Gundivós (Sober), esta artesanía está a punto de desaparecer por falta de sucesores, pues los alfareros que quedan son casos únicos y están próximos a jubilarse. En Buño, en cambio, todo hace prever que esta artesanía seguirá siendo el motor de muchas casas.Galicia cuenta en la actualidad con un pueblo dedicado a conservar y potenciar la olería. Se trata de Buño, localidad de Malpica de Bergantiños (A Coruña) en el que, con una tradición que comienza en el siglo XVI, trece oleiros y nueve tiendas todavía ahora siguen viviendo de las creaciones de arcilla. En otros lugares como Bonxe (Outeiro de Rei), Meder (Salvaterra do Miño), Niñodaguia (Xunqueira de Espadanedo) y Gundivós (Sober), esta artesanía está a punto de desaparecer por falta de sucesores, pues los alfareros que quedan son casos únicos y están próximos a jubilarse. En Buño, en cambio, todo hace prever que esta artesanía seguirá siendo el motor de muchas casas.

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